viernes, 20 de marzo de 2009

Saxofón.


El Saxofón fue inventado alrededor de 1840 por Antoine-Joseph Sax (1814-1894), apodado Adolph Sax, nacido en Dinant (Bélgica); factor de instrumentos, como su padre, presenta su muevo instrumento al público por primera vez en agosto de 1841 (Saxofón Bajo), formando parte de la segunda exposición del Museo de la Industria de Bruselas. El 3 de febrero de 1844, Sax en persona interviene en la audición de la primera obra instrumental con saxofón; se trata de una transcripción que Berlioz hizo de su "Hymno Sacro", y que se interpretó en la sala Herz de París. A Berlioz, coetáneo y defensor de Sax, se le deben frases como: "El sonido de saxofón es tan dulce como un ángel". "El saxofón con respecto al clarinete -afirma Sax- es el Niágara del sonido". Pero hubo que esperar hasta el 21 de marzo de 1846 para patentar definitivamente el saxofón, en París.
A partir de 1845 el saxofón pasa a formar parte de las bandas de música militares de Francia, con lo cual comienza un largo e importante camino que se prolonga hasta hasta hoy, extendido desde hace ya años a las Bandas Sinfónicas, donde desempeña un extraordinario papel. Es también utilizado magistralmente como vehículo sonoro desde 1850, para expresar la atmósfera fascinante y exótica del Jazz, primero en América, y después hacia los años 20 del siglo XX en Europa. Sin embargo, no es frecuente encontrar al saxofón formando parte integrante de la Orquesta Sinfónica, a pesar de que autores como: Thomas, Massenet, Bizet, Meyerbeer, Ravel, Prokofief, Milhaud, Strauss y Gershwin entre otros lo emplearan en algunas de sus obras. Su desarrollo también se ha visto afectado por la falta de continuidad de su uso en Orquestas Sinfónicas y por un estancamiento en el progresivo proceso de aumento de empleo del instrumento por los compositores así como en la popularización del saxofón entre el público. El problema principal se reduce, a la falta de verdaderos especialistas de saxofón. Un saxofón tocado de forma erronea es contraproducente al aumento de su prestigio y popularidad. Las intervenciones del saxofón en la Orquesta sinfónica deberían de ser confiadas a saxofonistas de calidad, y no a clarinetistas que por muy buenos que sean, no dejan de ser clarinetistas.
Un panorama más brillante ofrece, sin duda alguna, el repertorio concertístico, en el que el saxofón es destinatario de conciertos, música de cámara y composiciones de diversa índole formal. Actualmente, el número de obras en las que interviene el saxofón como líder, sobrepasa las diez mil. Destacan compositores como: Debussy, Glazunov, Ibert, Arma Villa-Lobos, Jolivet, Husa, Koechlin, Denisov, Constant, Creston, Rivier, Martín, Milhaud, Webern, etc... España se ha incorporado recientemente a este capítulo; en tal sentido contamos con Halfter, De Pablo, Marco, Alís, Villarojo, Otero, Angulo y Arteaga entre otros.
Sería faltar a la realidad del saxofón, si no indicamos los nombres de aquellos saxofonistas que con más acierto han hecho del saxofón lo que es hoy. En música clásica destacan: Marcel Mule (considerado el inciador de la escuela clásica del saxofón), Sigurd Rascher, Jean-Marie Londeix, Celil Leeson, Daniel Deffayet y Donald Sinta entre otros. En Jazz destacan: Rudy Wiedoeft, Sidney Bechet, Charlie Parker, Coleman Hawkins, Paul Desmond, Stan Getz, Gerry Mulligan y el español Pedro Iturralde.

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