jueves, 14 de mayo de 2009

Jazz su origen y evolución.

El jazz es un tipo de música difícil de definir, puesto que en la mayor parte de los casos su estudio teórico se ha abordado desde los principios de la música clásica por musicólogos europeos y el jazz se resiste a ser abordado desde fuera de su propio universo.
El jazz, como muchas otras artes se explica a sí mismo, y sólo la experiencia de su audición permite comprenderlo.
Las raíces. El jazz es el fruto del encuentro de la tradición musical africana y la europea, en un escenario preciso, Estados Unidos, a raíz de la llegada de los esclavos negros desde principios del siglo XVII.En el siglo XIX, la religión cristiana (sobre todo las iglesias baptista y metodista) fue impuesta a muchos de estos esclavos, que encontraron en los textos del Antiguo Testamento numerosas analogías aplicables a su propia situación y en las corales una forma de expresión musical.Con el paso del tiempo esos salmos teñidos de tradición africana darían lugar a lo que se conoce como GOSPELL, canto religioso que adopta formas diversas: la prédica del pastor, los grupos vocales y gran número de solistas especialmente femeninas.La música religiosa convivía con la profana: canciones de plantación, baladas, y otras formas de expresión popular, tanto africanas como europeas, que alimentarían uno de los grandes pilares de la música afroamericana, el BLUES. Si nos atenemos a criterios musicales el blues es una estructura de doce compases, que utiliza las llamadas “blue notes”, alteraciones de la tercera y séptima notas de la escala, pero el blues es mucho más, hay quien lo traduce por tristeza, aunque es más acertado la definición de los propios cantantes de blues: “Blues is a feeling”, es una sensación, un sentimiento. Por otro lado surge en Saint Louis hacia 1870 un estilo pianístico, que sin llegar a ser jazz se acerca mucho por su carácter dinámico y saltarín, es el RAGTIME, su característica principal es la superposición de un ritmo regular tocado por la mano izquierda y un ritmo sincopado que va haciendo la mano derecha, a veces también utiliza las “blue notes”. Su origen parece ser que está en las danzas que bailaban los esclavos parodiando a sus amos. Las partituras de ragtime se grababan en “rollos de cartón” para piano mecánico o pianola y su músico más representativo fue Scott Joplin.
El nacimiento del jazz se pierde en esa confluencia de formas y estilos musicales de la cultura afroamericana que se produce a finales del siglo XIX: el gospell, el blues, el ragtime, las marchas militares, la música de baile europea....Toda esta mezcla creará el transfondo sobre el que Jerry Roll Morton se permitiría autoproclamarse “inventor del jazz”.
Buddy Bolden parece haber sido el artífice de las primeras bandas de jazz, pero su música se ha perdido, ya que la primera grabación de una banda de jazz se realizó en 1.917, grabándose a un grupo de músicos blancos: The Original Dixieland Jazz, pasando posteriormente el término dixieland a definir el estilo Nueva Orleáns interpretado por músicos blancos.

Después aparecieron en 1.922 los New Orleáns Rhythm Kings y en 1.923 la Creole Jazz Band, pero el músico más influyente del estilo de Nueva Orleáns fue Luis Armstrong.

El primer auténtico virtuoso del Jazz, Armstrong, fue un sorprendente improvisador, tanto en el plano técnico como en el emocional e intelectual. Cambió el formato del jazz y puso al solista al frente de la orquesta.

Los grupos con los que grabó, los Hot Five y los Hot Seven, demostraron que la improvisación podía ser mucho más que una simple ornamentación de la melodía inicial. También creó escuela para todos los cantantes de jazz posteriores, no sólo en la manera de alterar las palabras y la melodía de las canciones, si no también al improvisar sin palabras, usando la voz como un instrumento (técnica denominada scat singing).

Para el jazz, la década de 1.920 fue una época de gran experimentación y numerosos descubrimientos. Muchos músicos de Nueva Orleáns, incluido Armstrong emigraron a Chicago, allí crearon un estilo identificable que acentuaba la actuación de los solistas y añadía frecuentemente el saxofón a la orquestación, con ritmos más tensos y texturas más complejas. En Chicago trabajaba Bix Beiderbecke, cuyo lirismo como cornetista era el contrapunto del estilo de Armstrong.

Muchos de ls músicos de Chicago se establecerían luego en la ciudad de Nueva York, otro centro de jazz en la década de 1.920.

Otro elemento importante en la evolución del jazz de los años veinte fue la música para piano. El distrito de Harlem, en la ciudad de Nueva York se convirtió en el centro de un estilo muy técnico, con improvisaciones muy extensas y que se conocería como stride piano. Fats Waller, vocalista y showman de talento, se convirtió en el intérprete más popular de este estilo.

Un segundo estilo pianístico desarrollado en esta época fue el llamado boggie-woogie, que se hizo muy popular en décadas posteriores.

El pianista más innovador de la década de los 20 fue Earl Fatha Hines. Su estilo influyó en la mayoría de los pianistas de la generación siguiente, en especial en Teddy Wilson y en Art Tatum, que fue admirado por su virtuosismo y calidad interpretativa.

Durante la década de 1.920 hubo grupos de jazz que comenzaron a tocar siguiendo el modelo de las bandas de baile de sociedad, formando las que se dieron en llamar big bands, fueron tan populares en las décadas 30 y 40 que este período se conoce como la era del swing, con un cambio en el ritmo que suavizaba los compases en dos tiempos del estilo Nueva Orleáns, utilizando un compás más fluido, de cuatro tiempos.

Los músicos también desarrollaron el uso de estructuras melódicas cortas, llamadas riffs, con pautas de pregunta y respuesta.

El desarrollo de las big bands se debió en gran parte a Duke Ellington y Fletcher Henderson.

Ellington dirigió durante la década de los 20 una banda en el Cotton Club de Nueva York y continuó dirigiendo su orquesta hasta su muerte en 1.974, compuso piezas de concierto, coloristas y experimentales, así como los temas “Solitude” y “Sophisticated Lady”. La música de Ellington hizo de su orquesta un conjunto conexionado, con solos escritos especialmente para instrumentos y músicos determinados.

Durante la década de 1.930 se desarrolló en Kansas City un estilo diferente de jazz para big band, cuyo máximo exponente fue la banda de Count Basie, reflejo del énfasis del suroeste estadounidense en la improvisación, a la vez que conserva pasajes escritos o memorizados, relativamente cortos y simples.

El saxofonista tenor Leslie Young tocaba sobre todo con una libertad rítmica que raramente se encontraba en las improvisaciones de los solistas de otras bandas. La delicadeza del tono de Young, sus melodías fluidas, a las que ocasionalmente dotaba de un toque vanguardista y de una especie de gorjeos, abrirían un nuevo camino, como sucediera con la manera de tocar de Armstrong en la década de 1.920.

Otras figuras que hicieron escuela a finales de los años 30 fueron los cantantes de jazz Ella Fitzgerald y Billi Holiday, que utilizaron una forma de intepretar más flexible y estilizada.

Los esfuerzos pioneros de Armstrong, Ellinton , Henderson y otros músicos hicieron que el jazz adquiriera una influencia dominante en la música estadounidense de las décadas 20 y 30. Músicos tan populares como el director de banda Paul Whiteman utilizaron algunos de los recursos rítmicos y melódicos más llamativos del jazz, aunque con menor libertad y talento improvisatorio.

En un intento de fusionar el jazz con la música ligera, la orquesta de Whiteman estrenó piezas sinfónicas al estilo jazzístico , aunque más cerca de la tradición de improvisación y virtuosismo de los solos se encontraba la música de las bandas de Benny Goodman, Gene Krupa y Harry James.

Desde los días del ragtime, los compositores de jazz han admirado la música clásica. Varios músicos de la era del swing “jaezaron a los clásicos” y por su parte, los autores de música clásica rindieron tributo al jazz en obras como “Contrastes” del húngaro Béla Bartók y “Ebony Concerto” del ruso Igor Stravinski.

B. La década de 1.940 y la posguerra

El músico de jazz más influyente de la década de 1.940 fue Charlie Parker, que se convirtió en el líder e un nuevo estilo conocido como bebop, rebop o bop. Parker tocaba con big bands, sin embargo, durante la II Guerra Mundial la economía de guerra y los cambios en los gustos del público llevaron a la disolución de muchas big bands. Esta decadencia, en combinación con el estilo radicalmente nuevo del bebop, produjo una revolución en el mundo del jazz.

El bebop se basaba igualmente en la improvisación sobre una progresión de acordes, pero sus tiempos eran más rápidos, las frases más largas y complejas y la gama emocional más amplia, hasta incluir sensaciones menos agradables que las habituales hasta entonces. Los músicos de jazz tomaron conciencia de su capacidad expresiva como artistas y añadieron vocalistas, danzas y comedia.

Parker, un virtuoso del saxofón, creo melodías relacionadas con los acordes subyacentes, pero muy elaboradas, su música poseía una variedad rítmica infinita.

A finales de la década de 1.940 las big bands modernizadas llevaron al florecimiento de artistas de la talla de Gillespie y Stan Kenton, que trabajaban junto a pequeños grupos con músicos innovadores, la mayoría de estos grupos extrajeron sus idéas de piezas contemporáneas firmadas por maestros como Bartók o Stravinski.

Los experimentos más importantes, de mediados de siglo, con un jazz influido por la música culta se dieron en las grabaciones realizadas por el inusual noneto que lideraba Miles Davis. Los arreglos escritos por Davis y por otros eran de sonoridad tranquila, pero tímbricos y armónicamente muy complejos. Muchos grupos adoptaron ese estilo cool, sobre todo en la costa oeste, teniendo su punto culminante en la década de 1.950.

No obstante, la mayoría de los músicos continuaron acrecentando la tradición más caliente y estimulante del bebop. Entre las máximas figuras del hard bop se encuentra el saxo tenor Sonny Rollins, uno de los mayores talentos de su generación. Otra derivación del estilo de parker sería el soul jazz, que tocaban el pianista Horace Silver, el saxo Cannonball Adderley y su hermano Nat como corneta.

C. Finales de las décadas de 1.950, 1.960 y 1.970

En 1.955 Miles Davis organizó un quinteto que contaba en sus filas al saxofonista tenor John Coltrane cuyo enfoque contrastaba con las líneas melódicas de Davis.

En 1.958 apareció en un álbum legendario de Miles Davis, “King of Blue”, junto con el pianista Bill Evans. Davis compuso para este álbum un grupo de piezas que pertenecen todas a la misma tonalidad, con un mismo acorde y modalidad mantenidos durante 16 compases cada vez, que justificó el nombre de jazz modal, lo que suponía gran libertad para el improvisador.

Otro producto de la experimentación de finales de la década de 1.950 fue el intento del compositor Gunther Sculler, junto con el pianista John Lewis y su Modern Jazz Quartet, de fusionar el jazz y la música clásica en una tercera corriente, uniendo músicos de los dos mundos en un reperorio que se nutría con técnicas de ambas músicas.

También esos fueron los años de mayor actividad del compositor, bajista y líder de banda Charlie Mingus, y del controvertido saxofonista Ornette Coleman, que inspiró a toda una escuela de jazz de vanguardia en las décadas 1.960 y 70.

Mientras tanto, la corriente principal del jazz, o mainstream, aunque incorporaba muchas de las idéas melódicas de Coltrane e incluso algunas piezas de jazz modal, continuó construyendo sus improvisaciones sobre las progresiones de acordes de las canciones populares.

Las canciones brasileñas, en especial las del estilo de la bossa-nova, lograron incorporarse al repertorio de principios de la década de 1.960, a la vez que muchos grupos enriquecieron sus percusiones con instrumentos caribeños.

El jazz atravesó una crisis de público y ventas a finales de la década de 1.960. Las audiencias juveniles estaban a favor de la música de soul y de rock, mientras que los aficionados adultos se sentían ajenos a las abstracciones y falta de emoción de gran parte del jazz moderno, por lo que los músicos de jazz volvieron a extraer ideas de la música popular. Algunas provendrían del rock, pero la mayoría tendrían su origen en los ritmos de baile y las progresiones de acordes de músicos de soul como James Brown.

En 1.970 Davis grabó “Bitches Brew”, que combinaba soul e instrumentos electrónicos, no debe por ello sorprender que los epígonos de Davis crearan algunos de los discos de fusión de mayor éxito en la década, siendo de mención el brillante pianista Chick Corea con su grupo Return to forever.

Por su parte, los músicos de rock comenzaron a incorporar frases y solos de jazz sobre ritmos de rock, entre estos grupos estaban Chase, Chicago y Blood, Sweat and Tears.

Durante este mismo periodo, otro discípulo de Davis, el pianista Keith Jarrett alcanzó el éxito mezclando instrumentos electrónicos y estilos populares, convirtiéndose en el más importante pianista de jazz contemporáneo.

D. La década de 1.980

A mediados de la década de 1.980 los artistas de jazz utilizaban nuevamente una gran variedad de estilos para públicos distintos y había un renovado interés por el jazz serio. Si bien el jazz siguió siendo en esencia un feudo de los músicos estadounidenses, su público internacional floreció hasta el punto de que los músicos de otros países formaron un subgrupo cada vez más importante. En España han destacado sobre todo el pianista y compositor Tete Montoliu y el saxo tenor y compositor Pedro Iturralde.


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